Llevo un mono, un mono azul oscuro, por fin lo he conseguido, es sencillo pero me hace más delgada de lo que soy. El toque especial lo da mi tocado de Tousette, como no podía ser de otra manera. Jose acertó a la primera. Con un solo mensaje de Whatsapp captó mi idea y me diseñó un canotier de ala ancha, de paja, con flores de seda rosa y azul marino y con plumeti nude. Ese plumeti que cae sobre los ojos y te permite mirar de reojo estando protegida.

Cuando una amiga te llama y te dice que quiere sí o sí que le organices la boda, lo primero que siempre digo es que les paso presupuesto sin compromiso, que miren otras opciones también y que luego decidan. Cuando pese a todo insisten en que sigue siendo tu empresa la única opción, hay un sentimiento de agradecimiento que no se olvida fácilmente. Ese sentimiento de agradecimiento y el de ilusión se mezclan con el de responsabilidad; y más, si estás invitada a la boda. Todo tiene que salir bien y estas ahí pendiente, observando y controlando sin desconectar hasta la primera o segunda copa.

C&I se casaban en la Granja de San Isidro, en un día de otoño donde el sol brilla todavía en Valencia. En la decoración colaboraron mucho los novios y sus familias, los centos de flores me encantaron,  centros de frutas y verduras de colores muy llamativos, súper originales, ideados por flores Joypi (96-3598217) y los novios. Me encantó el contraste del mantel blanco, la silla dorada y centros tan coloridos. El menú: timbal de foie con setas, habitas baby y vinagreta de kikos, jarrete de ternera lechal en su jugo con laminado de patata y pera caramelizda y torrijas de brioche con helado de vainilla.

La paella del resopón nos encantó a todos, especialmente a los que vinieron de Bilbao, familia y amigos del novio.

Y yo, como viene siendo habitual, lo di todo en las copas, me cambié de zapatos y seguí bailando hasta bien entrada la noche.

Gracias C&I por confiar en nosotros desde el principio, por dejarme colar en vuestra boda y por hacerlo todo tan fácil.