Como todos los años sobre estas fechas acabamos de sacar nuestra nueva colección 2015. Hasta llegar a este momento, nuestro equipo de cocina, capitaneado por mi hermana (P), piensa mucho. Hacen un análisis de los platos más vendidos y los menos, estudian las nuevas tendencias, ven si faltan carnes o pescados en los menús, nuevos aperitivos…Yo soy una clásica, los buenos clásicos nunca mueren pero entiendo que hay que versionar, evolucionar y adaptarse al momento…

Y cual día de la marmota, estamos aquí probando esas suculentas novedades, cada uno dando su opinión y de paso, haciendo alguna foto (muy mejorables por cierto, pero me despisté). Que si una masa es demasiado densa, si falta mermelada a un canapé, si algo está soso, si nos gusta más la versión con pulpo o bacalao, si el comino sabe demasiado, si encontramos algún postre que supere a nuestro milhojas de crema, si hacemos algún canapé con cucharita para evitar el pan… El peso pesado en las decisiones culinarias lo lleva mi hermana y su equipo, pero mi madre, la gran jefa, tiene derecho a veto. Luego están mis compañeras de comercial que saben muy bien lo que piden los clientes, mi hermana (A) que está hecha una experta cocinera y por último yo (que voy de bulto y encima no paro de opinar, el año que viene me echan).

Así que ya estamos preparados para las nuevas pruebas de menú para nuestros novios que empiezan en febrero y esperamos que sean todo un éxito!

Os dejo alguna muestra de las pruebas que hicimos, y ya sabéis, no son todos los que están ni están todos los que son.