Llevo prácticamente incomunicada telefónicamente desde el sábado pasado (bueno, he hecho alguna pequeña trampa con la tarjeta SIM, conectándome a otro teléfono en algún breve momento). Se dice pronto, pero me siento rarísima, mi móvil ha muerto y estoy esperando uno nuevo (de segunda mano). Por un lado me siento libre: no pierdo el tiempo en las redes, no cuelgo fotos en Instagram, no me despierto leyendo las noticas de Twitter, no me entero de lo que ocurre en mi Whatsapp… y en cierta medida da un poco de paz. Por otro lado, voy loca llamando desde el teléfono fijo (solo me falta buscar un cabina, si todavía existen, o un locutorio), quedando a cenar por email… y nadie me encuentra (esto es lo que más me gusta de todo).

La falta de  teléfono móvil me ha dejado más tiempo para ordenar algunas fotos, ver bodas bonitas y así compartirlas con vosotros. P&R se casaron en la masía de San Antonio de Poyo  en un tiempo no muy lejano. Como siempre que puedo allí estaba yo con mi cámara en mano, intentando plasmar lo mejor de cada boda, aunque no siempre lo consigo. Sol radiante en el patio donde se sirve el aperitivo. Chulísimo el sitting y la decoración de flores del Taller de Clo: Hortensias y Rosas en blanco, naranjas y tonos rosas, sobre fondo verde colocadas en copas de cerámica.

La comida se celebró al aire libre y el baile también. Una de las grandes ventajas de la Masía de San Antonio de Poyo es que, si el tiempo acompaña, el baile puede ser fuera en el jardín. Yo personalmente lo considero una gran ventaja.

El menú: nuestros saquitos de queso y gambas con salsa de boletus y aceite de remolacha,  tournedó de solomillo de ternera a la reducción de Pedro Ximenez con patata rosti y salteado de tirabeques y jamón ibérico y por último, buffet de postres.

Muchas gracias P&R por dejarme colar en vuestra boda!