Siempre que mis amigos van a alguna boda en la que no me puedo colar, les pido que se fijen en TODO;  Es más, les doy un listado de lo más importante: comida, tiempos, lugar, decoración… Si  a esto se le añade algún documento gráfico, ya hablamos de espionaje industrial en toda regla.

Hace unas semanas me llamó un amigo de Madrid. Venía a una boda a Valencia y me dijo que, cómo no, se fijaría en todo y me lo contaría… entonces le dije: “la minuta también, acuérdate!». Oí un silencio sonoro al otro lado del teléfono, «¿la minuta?»;  “claro”, dije yo. Mi amigo-que es muy educado- estaba un poco incómodo y me contestó: “no sé si la podré conseguir»… Enseguida me di cuenta de que hablábamos de cosas diferentes. Yo me refería al menú impreso y él pensaba que le estaba pidiendo, ni más ni menos, el precio de lo que costaba… (hubiera sido un puntazo conseguirlo, al más puro estilo agente 007,  pero no es mi intención, de momento).

En Valencia llamamos minuta al menú que se pone encima de la mesa, pero no todos lo entienden así y lo relacionan con precios u honorarios profesionales. También pasa con el resopón, al que otros  llaman recena, y con el aperitivo que otros llaman ágape… por cierto, sabed que sólo se «acude a una cita” en Valencia, se ve que nadie acude a ningún sitio…se va o no se va. Curiosidades.

Volviendo a lo nuestro, “La Minuta”, «El Menú”… es algo que a simple vista puede parecer algo insignificante pero juega su rol. Las hay sencillas, de una sola tinta o  doble,  de una hoja o tipo cuadernillo, estampada, rayada, cuadrada, redonda… Podéis poner un centro de flor o un mantel más sencillo y acompañarlo con una minuta más exagerada, podéis ponerle una cuerda o una ramita de canela, escribir en ella el aperitivo o sólo el menú… una minuta puede alegrarte una mesa!!.

PD: No insistáis, Caterina es Caterina.

Nota: todas las fotos pertencen a eventos realizados por Catering Cinco