La primera vez que fui a verla, me quedó claro: tenía mucho futuro, mucho. Yo hago la primera introspección y si me gusta aviso al resto del equipo. Nos llaman de vez en cuando para ver espacios para bodas o eventos: masías bonitas pero que necesitan muchísima inversión, casas que no veo para bodas, fincas rodeadas de vecinos que sabes que sí o sí van a dar problemas, alquerías sin posibilidad de parking, terrenos lleno de árboles sin opción de carpa…

La Masía de Anna cayó en nuestras manos por pura casualidad y qué suerte la nuestra! Es completamente diferente a lo que estamos acostumbrados a ver. Situada en Alginet (20 minutos de Valencia), el edificio fue en sus orígenes un secadero de pasas que data aproximadamente del siglo XVI, tal y como lo atestiguan sus cimientos de sillería tallada en piedra caliza típica de la época. Después de muchos años y usos diversos, se convierte en el siglo XIX en un almacén de utensilios de labranza, con lagares y piezas para la elaboración de vino y aceite.

La masía ha sido rehabilitada recientemente manteniendo todos los elementos arquitectónicos de origen. Su decoración respeta el estilo industrial original combinado con  toques románticos que la hacen perfecta para celebrar cualquier evento personal o profesional. Disfruta del pasado con las comodidades del presente!

Tiene una capacidad interior para 170 personas sentados, el salón se comunica con dos terrazas laterales donde de puede tomar el aperitivo o montar la ceremonia civil en verano.

Inauguramos hace casi dos meses y está siendo un éxito, mi instinto no se equivocó… Además, al estar recién inaugurado todavía quedan buenas fechas para este año, os animáis a verla?, os mando algunas fotos como adelanto!