Te levantas,  sales a la calle y es como si todo hubiera sido un sueño, como si los monumentos plantados por toda la ciudad hubieran sido producto de tu imaginación, como si hubiera un pacto de silencio por el que nadie tira más petardos, las calles casi limpias y despejadas… Todo vuelve a ser como antes y la rutina se instaura de nuevo, como todos los años, el día 20 de marzo.

Pues bien, ya de vuelta, con energías renovadas, y es que este año he tenido un poco de todo. Mucho campo, mucho descanso y dos días de fallas…

Hoy me apetece contaros una boda especial, muy cosmopolita. Hace un año, mientras estaba en mi despacho acabando no sé qué cosa, oí como una novia le contaba a mi madre que se había ido a vivir a Chile por amor, y que se querían casar en un año. Eso de irse a un país lejano me encantó así que, remolona, salí del despacho, y como quien no quiere la cosa, me uní a la conversación… Me contó que se habían conocido en un curso en Nueva York, que después cada uno se volvió a su país y que finalmente ella se había instalado en Chile. Me contó lo bien que se vive allí y lo contenta que estaba, y que aunque echaba de menos a su familia y a sus amigos, era muy feliz.

P y K se casaron en Valencia, el día 8 de febrero de 2014, en el Mirador de Comedias,  un año y pico después de mi conversación con ella. Os dejo algunas muestras de su boda y es que entre España y Chile, ya no hay distancia.