He de confesarte que siempre te he querido. Hasta en el mejor de los veranos necesitaba que llegaras. Eres la vuelta a la rutina, al orden, a mi café de las 11.00h y a mi paseo matutino hasta el despacho. Eres unos cuantos libros recién forrados, un estuche nuevo y el olor de la goma de borrar. Eres mi nueva agenda. Eres la ilusión por hacer las cosas mejor, los nuevos y buenos propósitos, el cambio. Eres el refrescar de las noches, el acortar de los días, la ropa de entretiempo. Eres eso y mucho más…

Y después de esta declaración de amor, ya  inmersos en nuestro trabajo diario y con un frenético septiembre por delante, os traigo un cumpleaños muy especial, el más especial, el primer cumpleaños de nuestro chico!

Guillermo nació el 31 de julio del año pasado, día de San Ignacio y este año lo celebramos el último viernes de julio. Éramos pocos, entre otras cosas porque el niño todavía no tiene muchos amigos, no le ha dado tiempo, eso sí los que estuvimos nos pusimos las botas.

La mesa llena  de crujientes de parmesano, mini sándwich de pollo, manzana y pipas, mini sándwich de canónigos y huevo, molletes con jamón, minis de foie y manzana, briochitos, queso con nueces y pasas acompañado con pan de cristal, vasitos de galleta y arándanos, empanadillas de pisto, vasitos de limón con merengue, algo de bollería y limonada casera con hielo pilé.

Y por último tarta de chocolate con crema de mantequilla también en color azul.

Todo estaba decorado en azul y blanco. Mi hermana compró la decoración de niños en Party Fiesta de la Calle Cirilo Amorós: whasi tape (celo de color), vasos, platos, servilletas, banderines, un globo grande blanco y cuatro pequeños azules y una vela con el número 1.

Hubo algún que otro regalo pero a él solo le gustaban las cajas que los envolvían…

Qué tengáis todos muy buena vuelta y a por todas!